sábado, 7 de marzo de 2015

EN BUSCA DE AGUA

Todos los años, hacia el mes de abril,  la última temporada de la época seca antes de las lluvias hay falta de agua. Pero este año ya en el mes de febrero comenzó a escasear el agua de los pozos.
Durante la peregrinación mariana, los niños del Junior (1.200) tuvieron problemas para poder encontrar agua para lavarse e incluso para beber en la escuela católica donde se albergaban. El agua debe ser subida por un sistema eléctrico al depósito y cómo faltó la electricidad durante bastante tiempo, llegó un momento en el que el agua se terminó.
Aquí en la parroquia todos los días bien temprano abrimos el antiguo pozo para que las mujeres de alrededor puedan venir a por agua. Vienen en masa y tienen que entenderse entre ellas para que unas comiencen mientras que las otras esperan su turno. Después de dos horas hay que cerrar el pozo para que el agua se reponga para el día siguiente. Hay muy poco agua en el fondo y al final el agua comienza a no ser tan clara como es debido para poder beber y cocinar. 
Hay muchas mujeres que tienen que levantarse a medianoche para poder encontrar agua en los pozos públicos. Celestina, una amiga y vecina nuestra, el otro día se levantó a las tres de la mañana para ir a por agua. Al salir de su casa, donde dormía su hijo, salió arrimando la puerta y cuando volvió se encontró que los ladrones habían entrado y robado todo lo que tenía de más valor sin que su hijo se diera cuenta.
Las mujeres aquí no paran de trabajar, desde bien pronto por la mañana y sin parar hasta bien entrada la noche. Y ahora con la falta de agua es aún peor, muchas se desplazan para hacer la colada al lado de algún pozo y así evitan el transporte del agua necesaria para lavar. Es también el trabajo de los niños para llenar bidones de plástico y algunos hombres que tienen moto a veces se dignan ayudar a sus mujeres al final del día con un poco de agua suplementaria para beber.
Los proyectos de hacer pozos no paran de hacerse, especialmente a través de las dominicas en su trabajo de promoción de la mujer en los pueblos. Cuando nosotros encontramos un problema de agua se lo pasamos normalmente a ellas, salvo en los lugares adonde ellas no van.
Algunos hablan que en el futuro una fuente de conflictos será el agua. Aquí en Benin toda la electricidad viene comprada del exterior porque apenas hay condiciones para hacer pantanos y en todo caso en los pocos sitios donde sería posible no se ha previsto. Se puede pasar sin muchas cosas, incluso sin electricidad, pero el agua es imprescindible para vivir.
Alrededor del pozo las mujeres se encuentran y están obligadas a entenderse. Es un lugar de convivencia y de conversación. El agua es lo primero que se ofrece al huésped que pasa a nuestro lado. Aunque nos falte el agua, no podemos dejar de ofrecerla y compartirla.

Acogiendo al que tiene sed acogemos al mismo Jesús que como a la samaritana nos dará el Agua Viva, esa fuente que brotara en nuestro corazón para purificarlo y hacerlo capaz de amar.

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